Un británico de 26 años, diagnosticado cuando tenía 22 con un tipo de cáncer en la sangre en etapa avanzada, asegura que la primera señal de advertencia sobre su estado de salud fue no haber podido lidiar con una resaca tras beber algunas cervezas.
Ryan Lloyd, quien compartió su historia con medios locales para que otros puedan detectar a tiempo algún asomo de esa enfermedad, relató que al siguiente día de tomar unos tragos, durante su visita a un mercado navideño en la ciudad de Birmingham en 2018, comenzó a sentirse muy mal. En un principio creyó que había contraído una infección bacteriana, por un vaso contaminado, y no le dio mucha importancia, pero durante los siguientes dos meses su salud se deterioró y sufrió de sudores nocturnos y pérdida inexplicable de peso.
Ryan Lloyd was diagnosed with stage four cancer at the age of just 22, and he says his first warning sign was being violently ill after having three beers. https://t.co/jq16vD62gN
— Metro (@MetroUK) November 16, 2022
Una prueba sanguínea reveló que su recuento de glóbulos blancos era alto. Luego de experimentar un “insoportable” dolor de espalda, una tomografía y una biopsia confirmaron que padecía de linfoma de Hodgkin en estadio IV, una neoplasia que se origina en el tejido linfático.
“Al instante pensé lo peor, pero estaba feliz en cierto modo, ya que finalmente supe por qué me sentía tan mal; en realidad, había una razón (…) Saber que la primera señal provino de unos inocentes tragos fue realmente extraño. Nunca antes había reaccionado así [a la cerveza], pero ahora que he pasado por todo esto, todo cobra sentido”, contó el joven.