Imagen ilustrativaDmitriy Shironosov / Legion-Media
La normativa sobre el código de vestimenta de la ciudad de Everett, en el estado de Washington (EE.UU.), según la cual los camareros deben cubrirse el cuerpo en el trabajo, ha sido declarada inconstitucional por un tribunal federal, informan medios locales.
La decisión se produjo esta semana después de una larga batalla legal de cinco años entre las autoridades locales y Jovanna Edge, dueña de varias cafeterías donde trabajan las baristas en bikini, sobre los derechos de las empleadas a vestir lo que quieran.
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El Tribunal de Distrito de EE.UU. en Seattle determinó que la norma impuesta por el gobierno de Everett, violaba las cláusulas de protección de igualdad que se encuentran en las constituciones de Estados Unidos y del estado de Washington.
Según el veredicto, la normativa tenía, al menos en parte, un propósito discriminatorio por razón de sexo, ya que “es difícil imaginar cómo dicha ordenanza se aplicaría por igual a hombres y mujeres en la práctica”.
“La ordenanza del código de vestimenta prohíbe la ropa que suelen llevar las mujeres y no los hombres, incluidas las camisetas de cintura media y de espalda descubierta, así como los bikinis”, dictaminó el juez Ricardo Martínez. “Hay pruebas en el acta de que la profesión de barista en bikini —claramente un objetivo de la ordenanza— es enteramente o casi enteramente femenina”, reza la sentencia.
El tribunal ordenó a la ciudad de Everett que se reuniera con los demandantes en un plazo de 14 días para discutir los siguientes pasos.
En una declaración escrita a KIRO 7, el director de comunicación de Everett, Julio Cortez, explicó que la ciudad gastó más de 370.000 dólares para defender la ordenanza por el bien de “las mujeres jóvenes que denunciaron verse obligadas a realizar actos sexuales para mantener sus trabajos en ciertas cafeterías”.
“El objetivo siempre ha sido proteger a estas mujeres de los propietarios de los establecimientos que, mediante la intimidación y la presión financiera, obligaban a estas jóvenes a realizar actos ilegales con los clientes”, indicó Cortez. “Estamos decepcionados con la decisión del tribunal y, mientras estudiamos los próximos pasos, esperamos que estas jóvenes sean protegidas y respetadas”, agregó.
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