La directora del CNI, Esperanza Casteleiro, con su homólogo marroquí, Abdelatif Hammouchi, Rabat, 15 de septiembre de 2022Twitter / DGSN_MAROC
La Audiencia Nacional de España ha ratificado la decisión del Ministerio de Justicia de denegar la nacionalidad española a un trabajador del consulado de Marruecos en Madrid. La sentencia recoge que existe constancia de que tiene vínculos con la Inteligencia marroquí.
Así, el texto argumenta que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) ha emitido un informe en el que hace alusión “a las actividades del demandante como agente local de los servicios de Inteligencia de Marruecos“.
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Además, une esta circunstancia a sus labores como empleado del Consulado de Rabat en Madrid, a que se “evidencia la estrecha vinculación del interesado con su país de origen” y a que “el CNI constata estrecha colaboración con la Jefatura de los servicios de Inteligencia de Marruecos destacados en España”.
Hasta ahora no se había destapado una trama que utilizara a funcionarios como agentes encubiertos, si bien en enero de 2020, poco antes del estallido de la pandemia, se descubrió una red que operó entre 2008 y 2016 con base en el consulado de Marruecos en Las Palmas.
Sin embargo, las sospechas arrecian después de que el año pasado saliera a la luz que los teléfonos del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, y los de algunos de sus ministros habían sido infectados con el software de espionaje Pegasus, desarrollado por una empresa israelí.
El episodio tuvo lugar en el momento más crítico de las relaciones entre España y Marruecos, por lo que, aunque el Ejecutivo español ha rechazado pronunciarse al respecto, se cree que Rabat podría estar detrás de este espionaje al más alto nivel.
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