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William Hale, un hombre de 35 años, y Frank Allison, de 43, protagonizaron el 8 de octubre un tiroteo al intercambiar disparos mientras conducían vehículos con sus respectivas hijas a bordo por una carretera de Florida (EE.UU.), informaron este sábado medios locales.
Durante una rueda de prensa, Bill Leeper, alguacil del condado de Nassau, explicó que una persona llamó a la Policía después de ver que dos vehículos iban de una manera tan errática que pensó que algo malo iba a suceder, describiendo el comportamiento de los conductores como el “juego del gato y el ratón”.
En un momento dado alguien que viajaba en el vehículo de Hale, un Dodge Ram de color negro, bajó la ventanilla y le gritó a Allison que se detuviera. Poco después, uno de los pasajeros que iba con Hale arrojó una botella de agua de plástico contra una ventana abierta del otro automóvil, un Nissan Murano gris.
Fue entonces cuando Allison agarró su arma y disparó contra el Dodge Ram antes de irse a toda velocidad. Cuando Hale se dio cuenta de que su hija de cinco años había resultado herida de bala en la pierna, comenzó a acelerar para alcanzar el vehículo de Hale.
Cargos por intento de asesinato
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Cuando consiguió ponerse cerca abrió fuego entre siete y ocho veces en dirección al otro automóvil. Tres de las balas impactaron contra su objetivo, incluida una que hirió por la espalda a una adolescente de 14 años que viajaba en el asiento trasero, provocándole un colapso pulmonar.
El incidente llegó a su fin cuando los conductores se cruzaron con un coche patrulla y se detuvieron. Ambos salieron de sus respectivos vehículos y empezaron a discutir, pero un oficial los arrestó y ahora enfrentan cargos por intento de asesinato.
“Afortunadamente, nadie murió en este incidente, pero fácilmente podría haber terminado así porque dos personas estaban actuando de manera estúpida y dejaron que su temperamento se apoderara de ellos”, señaló Leeper. “Podrían haber muerto dos niñas debido a dos estúpidos adultos”, añadió, detallando que las menores de edad fueron trasladadas al hospital y sus vidas no corren peligro.
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