Un panel de resolución de controversias falló a favor de México y Canadá, que disputaban con EE.UU. sobre cómo calcular el porcentaje de origen de los vehículos producidos en la región en el marco de las disposiciones del tratado de libre comercio entre las tres naciones, conocido como T-MEC.
La información fue dada a conocer por Bloomberg el jueves, quien consultó a personas involucradas con un fallo preliminar emitido el 14 de noviembre. De acuerdo con el medio, la versión final del veredicto deberá de ser publicada a mediados de diciembre.
El Gobierno de México inició en agosto de 2021 un proceso de consultas sobre el tema con EE.UU., de conformidad con el capítulo 31 del T-MEC sobre resolución de controversias. Sin embargo, las partes no lograron alcanzar un acuerdo, por lo que la nación latinoamericana decidió abrir en enero un proceso para resolver el asunto, una decisión que también respaldó el Gobierno canadiense.
#Comunicado | México🇲🇽 solicita el establecimiento de un panel de solución de controversias del #TMEC para resolver la diferencia de interpretación con Estados Unidos🇺🇲 en materia de reglas de origen del sector automotriz. pic.twitter.com/tJNOikTUo3
— Economía México (@SE_mx) January 6, 2022
El tratado trilateral de más de 20 años fue modificado y entró en vigor en su versión revisada en julio de 2021, incluyendo entre sus cambios un mayor porcentaje en el Valor de Contenido Regional (VCR) de los vehículos y autopartes que se producen en América del Norte. Las nuevas medidas, sin embargo, han despertado controversia entre las partes por la manera en la que se consideran deben ser interpretadas.
El T-MEC estipula que el 75 % de los vehículos de pasajeros, camionetas y ciertas piezas de automóviles debe ser producidos en la región para que puedan beneficiarse de un tratamiento libre de impuestos. La disputa se centra en cómo debe valorarse ese porcentaje.
EE.UU. argumenta que para determinar el contenido regional de un vehículo, las autopartes que hayan sido previamente consideradas como originarias deben ser sumadas en base a su porcentaje real de fabricación, que rondaría entre el 75 % y el 100 % como establece el tratado. De esta forma, se aseguraría que el valor real de contenido de cualquier automóvil producido en la región sea respetado.