El primer ministro húngaro, Viktor Orban, durante un acto de conmemoración del 66º aniversario del levantamiento húngaro, en Zalaegerszeg, Hungría. 23 de octubre de 2022.Attila Kisbenedek / AFP
El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, aseguró que su país siempre se ha resistido a los imperios y los ha sobrevivido, haciendo referencia a los intentos de la Unión Europea de presionar a Budapest.
No debemos preocuparnos “por aquellos que disparan a Hungría desde las sombras o desde las plataformas de tiro de Bruselas. Terminarán donde lo hicieron sus predecesores“, dijo Orbán el domingo en la ciudad de Zalaegerszeg, durante un acto dedicado al 66.º aniversario del levantamiento popular de la entonces Hungría comunista.
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Las declaraciones llegan en el momento en el que Bruselas culpa a Budapest, que es miembro de la UE desde 2004, de un presunto historial democrático pobre y corrupción bajo la Administración Orbán, y ha amenazado al país con recortar en 7.500 millones de euros la financiación por supuestas “violaciones a los principios del Estado de Derecho”.
“Estábamos aquí cuando el primer imperio conquistador nos atacó, y estaremos aquí cuando el último se derrumbe. Lo soportaremos cuando debamos y lo resistiremos cuando podamos. Desenvainamos las espadas cuando existe la oportunidad y resistimos cuando vienen largos años de opresión”, sostuvo el mandatario citado por AP.
Orbán destacó que, si hay un Gobierno “fuerte y unido” es posible “proteger los intereses de Hungría en casa y en el extranjero“.
Desde el inicio de la operación militar rusa en Ucrania, el pasado 24 de febrero, Budapest se ha mantenido en una posición de relativa neutralidad. Así, se negó a suministrar armas a Kiev y ha criticado en reiteradas ocasiones las sanciones de la UE contra Moscú.
El viernes, el secretario de Estado del Ministerio de Relaciones Exteriores húngaro, Tamás Menczer, rechazó las afirmaciones de la comisaria europea de Asuntos de Interior, Ylva Johansson, quien sostuvo que la crisis en Ucrania terminará cuando Rusia “pierda la guerra”, y puso en duda que tal objetivo pueda siquiera alcanzarse e insistió en que “esta postura belicista de Bruselas prolonga el conflicto y el sufrimiento. Esto es extremadamente peligroso e inaceptable”.
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