Japón está barajando la posibilidad de atacar bases enemigas junto con su aliado, EE.UU., ante el deterioro general del entorno de seguridad, reporta Kyodo News. La “capacidad de contrataque”, como la llama el Gobierno nipón, se utilizaría en caso de ataque contra el país asiático, según una fuente familiarizada con el asunto.
Los blancos de esos contrataques serían únicamente militares, pero el término podría interpretarse de forma amplia e incluir no solo bases enemigas, sino también centros de mando y otros objetivos.
De momento, estas ideas se encuentran plasmadas en un documento que se expuso este viernes en una reunión de trabajo del Partido Liberal Democrático con su aliado de coalición, el posicionado como pacifista Komeito, que en un principio era reacio al plan, pero luego llegó a considerar la posibilidad de aceptarlo, de acuerdo con la agencia de noticias japonesa.