Casa Blanca, Washington D. C. (EE.UU.), el 10 de julio de 2022.Sarah Silbiger/Getty Images / AFP
La Casa Blanca está sopesando un plan para aumentar los inventarios en la Reserva de Combustible para Calefacción Doméstica del Noreste (NHHOR, por sus siglas en inglés), algo que podría hacer subir los precios y castigar a los consumidores, golpeados por la inflación, informó este jueves Reuters citando fuentes familiarizadas con el asunto.
Según el reporte, la Administración Biden podría utilizar los ingresos de las futuras ventas de crudo de la Reserva Estratégica de Petróleo para comprar combustible para calefacción para las reservas del noreste de EE.UU.
Asimismo, detallaron que también estaría considerando adquirir suministros de diésel y ponerlos a disposición de las empresas, medida que mantendría los suministros en el país y fuera del mercado de exportación.
La cantidad de diésel de la nación se halla en niveles históricamente bajos, lo que inquieta al Gobierno, que ha intentado frenar el aumento vertiginoso de los precios de la gasolina. De hecho, funcionarios de la Casa Blanca han sostenido al menos dos reuniones con miembros de la industria petrolera para buscar formas de aumentar el suministro de ese recurso.
“Ninguna opción fuera de la mesa”
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“Estamos comprometidos a trabajar con los legisladores y la industria para continuar preparándonos para todas las contingencias y proteger a los consumidores estadounidenses”, declaró recientemente Abdullah Hasan, portavoz de la Casa Blanca. “Ninguna opción está fuera de la mesa”, añadió.
Las existencias de destilados, que incluyen diésel y combustible para calefacción, aumentaron en 1,7 millones de barriles la semana pasada, frente a las expectativas de una caída de 550.000 barriles. A pesar de este incremento, los inventarios se mantienen por debajo de lo habitual para esta época del año.
Actualmente, la NHHOR contiene alrededor de un millón de barriles, es decir, lo suficiente para aproximadamente 10 días de suministro. La reserva no se ha utilizado desde 2012, cuando fue necesario para proporcionar combustible a los servicios de emergencia tras el paso del huracán Sandy.
Se estima que aproximadamente uno de cada cinco hogares en el noreste de EE.UU. utiliza diésel como combustible para la calefacción. Se espera que el costo de calentar una vivienda con diésel aumente un 27 % con respecto al año pasado, de acuerdo con las perspectivas de invierno de la Agencia de Información de Energía estadounidense.
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