Retrasos, riesgos y violencias: la represa Hidroituango vuelve al centro de la polémica en Colombia
07.11.2022
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Vista aérea de la carretera y el agua de la presa de Ituango en Antioquia, 8 de junio de 2019Juan David Moreno Gallego / Anadolu Agency / Gettyimages.ru
Hidroituango tiene el tiempo en contra. Según el cronograma estipulado de la obra, el próximo 30 de noviembre deberían entrar en funcionamiento las turbinas 1 y 2 de la polémica represa que proyecta proveer 2.400 MW a Colombia, o lo que es lo mismo, el equivalente al 17 % de la energía que consume el país.
El problema es que la empresa responsable pide más tiempo para dar el banderazo de salida a la obra, ubicada en Antioquia, el segundo municipio más importante del país suramericano. La semana pasada, el presidente colombiano, Gustavo Petro, puso como condición que se evacuara a la población “como medida de precaución”, antes de encender cualquier turbina.
Antes de prender cualquier turbina en Hidroituango debe evacuarse la población en riesgo como medida de precaución que es un principio universal.En el gobierno del cambio por la vida es primero la vida.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) November 2, 2022
La advertencia no es menor, en vista del turbio precedente que ha tenido la construcción de la represa. En 2018, las Empresas Públicas de Medellín (EPM) junto con la Gobernación de Antioquia –máximos responsables del proyecto– ordenaron la inundación del embalse, sin permiso de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA).
Esa acción, ejecutada en una zona donde están activas más de siete fallas geológicas activas, provocó severos daños a las poblaciones aledañas, en vista de que uno de los tres túneles de desviación del cauce del río Cauca se obstruyó durante el llenado de la presa. Aguas abajo se generó una alerta, mientras que aguas arriba se inundaron los pueblos de Ituango y Sabanalarga.
Aunque la obra se gestó desde la década de 1970, los trabajos de construcción arrancaron en 2010. Desde entonces, las denuncias no solo han sido por las fallas estructurales del proyecto, sino porque su ejecución ha provocado violencia y desplazamientos entre las comunidades que rodean la presa.
¿Y ahora qué?
El viernes, el alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle, informó que había empezado el “encendido seguro de Hidroituango”, con el inicio de chequeos previos antes de las “pruebas importantes” para poder mitigar los riesgos.
“Vamos a tener los tiempos necesarios para poder hacer las pruebas, que reduzcan de manera ostensible y significativa el riesgo para las comunidades”, dijo el burgomaestre en un video compartido en redes sociales. No obstante, aseveró que el sábado se firmaría una circular para “tener las herramientas” que permitan hacer evacuaciones preventivas.