Un equipo de arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México descubrió una gran colección de objetos rituales dentro de una caja parcialmente excavada, de más de cinco siglos de antigüedad, que aporta nuevos datos sobre los prácticas religiosas y la propaganda política de la cultura mexica.
La ofrenda se halló dentro de un cajón al centro de un podio ceremonial del Templo Mayor, el edificio principal de la antigua ciudad México-Tenochtitlán, ubicado en la actual capital del país. Entre los artefactos descubiertos se encuentran más de 165 estrellas de mar y más de 180 ramas de coral completas. Las reliquias marinas fueron traídas a la ciudad desde el océano Pacífico y la costa del Golfo de México.
La abundancia de esta ofrenda, identificada con el número 178, no solo la coloca como la de mayor cantidad de estrellas de mar de todas las descubiertas por el INAH, sino que también representa un caso único de conservación de piezas de la especie ‘Nidorellia armata’, una estrella cuyos rasgos moteados recuerdan a la piel de un jaguar, informó la institución arqueológica en un comunicado publicado en marzo.
Boletín informativo del INAH del más reciente descubrimiento del PROYECTO TEMPLO MAYOR en la intersección de las calles de Guatemala y Argentina en el corazón de la Ciudad de México: Más de 150 estrellas de mar del Océano Pacífico en una sola ofrenda!👇https://t.co/h3mBXs6KOrpic.twitter.com/SDneI7Ha6B
— Leonardo López Luján (@LeoLopezLujan) March 15, 2022
El hallazgo se produjo originalmente en 2019, sin embargo, por la pandemia las excavaciones tuvieron que ser suspendidas.
Antes de que la exploración se pospusiera, en la misma caja se habían encontrado otras ofrendas como los restos de un jaguar sacrificado vestido como un guerrero asociado a Huitzilopochtli, el dios de la guerra y del sol, así como peces globos y caracoles.
La propaganda política
Nueva información brindada a Reuters por el arqueólogo al frente del equipo de investigación, Leonardo López Luján, revela que probablemente las ofrendas encontradas fueron utilizadas por sacerdotes mexicas en una ceremonia a la que quizá asistieron miles de espectadores.
Según detalló el especialista a la agencia, el evento se trataría de “pura propaganda política” del imperio de Ahuítzotl (1486-1502).
La caja fue encontrada en la sexta etapa de construcción del Templo Mayor, lo que la sitúa en el año 1500 aproximadamente, que marca el período de transición entre los reinados de Ahuítzotl y Moctezuma Xocoyotzin.
Ofrenda a Tecaztlipoca
La cosmovisión mexica asocia a las estrellas de mar y a los jaguares con el cielo nocturno y la noche, en tanto que la imagen sola del felino suele estar asociada al dios Tezcatlipoca, deidad de la noche y todas las cosas materiales, explicó al INAH el arqueólogo experto, Miguel Ángel Báez Pérez.
“Buena parte de los pueblos mesoamericanos creían que el origen del mundo se ligaba al mar, por lo tanto, los organismos marinos eran tratados como reliquias. En el caso de los mexicas, su potencia militar les permitió traer miles de objetos marinos y recrear todo un ambiente acuático en la propia Tenochtitlan”, indicó el especialista.